¿Piensas que tú tienes problemas?

¡Ha! ¿Piensas que tú tienes problemas? -le dice el libro de Matemáticas al libro de Autoayuda-.

Y dicho esto, a lo que habitualmente se conoce como «problemas» en matemáticas, y así aparece siempre en los libros de texto, a mí no me gusta mucho llamarles así.

De hecho en clase me suelo referir a ellos como «ejercicios con texto que hay que resolver» o «situaciones reflejadas en un texto que hay que resolver«. Sí, ya se que queda muy largo, pero nos reímos en clase con ello.

Bien es cierto que la palabra «problema» tiene 5 acepciones en el Diccionario de la RAE, de las cuales la primera y la quinta encajan bastante para este caso: «Cuestión que se trata de aclarar» y «Planteamiento de una situación cuya respuesta desconocida debe obtenerse a través de métodos científicos«.

Pero creo que es bueno alejarla de sus otras tres acepciones para el caso del libro de Matemáticas (aunque por desgracia no es sencillo hacerlo): «Proposición o dificultad de solución dudosa«, «Conjunto de hechos o circunstancias que dificultan la consecución de algún fin» y «Disgusto, preocupación«.

Desde luego, el objetivo a conseguir es que no acabe en esa última acepción.

Viñeta de Dave Coverly (speedbump.com)


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