El acertijo que propuse era el siguiente:
Se trataba, por tanto, de deducir cómo se había obtenido el número que estaba en el interior de cada uno de los tres primeros triángulos a partir de los números que había en sus vértices, y así poder averiguar el número que tenía que aparecer en el cuarto y último triángulo.
Si no lo has intentado resolver aún te invito a que lo hagas.
¿Lo tienes ya?
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En ese caso sigue leyendo.