En esta ilusión óptica sorprendentemente el rectángulo amarillo y el rectángulo azul se mueven con la misma velocidad y avanzan al mismo tiempo, aunque no es lo que nosotros vemos.
Se comprueba que efectivamente es así cuando el fondo se vuelve gris.
En 1995 apareció a casi 30 metros de profundidad en el fondo marino de las costas del sur de Japón, en las cálidas aguas de la isla de Amami Ōshima, una estructura circular de unos dos metros de diámetro.