Visto en la página de Twitter de Clifford Alan Pickover (@pickover)
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Menéame (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
No sé, para qué me sirve en el diario vivir, pero me fascinan las matemáticas. Quizás en ese disfrutar este la razón…
Hola Nelson.
A parte de lo que podemos disfrutar como dices con sus muchas curiosidades y resultados sorprendentes, y a parte de que están detrás de la mayoría de las cosas que utilizamos hoy día (no digamos ya de la tecnología), en el día a día las estamos utilizando continuamente sin darnos cuenta: cuando compramos, cuando vemos qué podemos comprar o qué no con el dinero que tenemos, al «echar cuentas» de lo que tiene que poner cada uno al pagar entre varios, cuando nos movemos y cuando colocamos cosas, comparando distancias y dimensiones, cuando corremos porque llegamos tarde a un sitio en lugar de ir andando, cuando vemos lo que nos queda de comida y hacemos la lista de la compra… y las que deberíamos saber para que no nos engañen con facilidad: cuando leemos información estadística en un periódico (una gráfica o unos porcentajes…), cuando contratamos un préstamo (hipoteca…), cuando compramos en rebajas (porcentajes, descuentos, incrementos y disminuciones porcentuales…), cuando nos ofrecen algo a pagar en plazos con intereses (para saber realmente lo que vamos a pagar por lo que queremos)…
La cuestión es que las matemáticas no consisten solo en hacer cálculos cuantitativos (obtener una cifra concreta) sino también, y sobre todo, en hacer cálculos cualitativos, y éstos últimos los hacemos continuamente.
Un saludo Nelson y gracias por comentar en el blog.