Conviene señalar que Fermat estaba hablando de números enteros positivos, aunque en este fragmento de su nota no lo indicaba, pues de lo contrario dicha cita no sería cierta.
Pierre de Fermat acostumbraba a escribir las soluciones a los problemas en el margen de los libros.
La anterior es una de las notas que escribió en su ejemplar del texto griego de La Arithmetica de Diofanto (editada por Claude Gaspard Bachet de Méziriac en 1621).
Esta afirmación, conocida más tarde como Último teorema de Fermat, se convirtió en uno de los teoremas más importantes de la Matemática.
No se sabe si Fermat halló realmente la demostración, ya que no dejó rastro de ella para que otros matemáticos pudiesen verificarla.

Este problema matemático mantuvo en vilo a los matemáticos durante más de tres siglos (se dice que, frustrado, Euler incluso pidió a un amigo que registrara de arriba a abajo la casa de Fermat en busca de la demostración), hasta que en 1995 Andrew Wiles ayudado por Richard Lawrence Taylor pudo demostrar el teorema (si queréis podéis ver, pinchando aquí, la entrada en este blog que trata sobre el vídeo que resume la historia vivida por Andrew Wiles hasta llegar a dicha demostración).
Wiles utilizó para ello herramientas matemáticas que surgieron mucho después de la muerte de Fermat, de forma que éste debió de encontrar la solución por otro camino, si es que lo hizo.
En cualquier caso, tenía razón.
Teorema de Fermat-Wiles